martes, 25 de febrero de 2014

Los diablos arden en el infierno griego

Ida de los octavos de final de la Champions que enfrentaba al Olympiacos contra el Manchester United. Analizando historia y títulos continentales, los ingleses partían como favoritos ante los griegos que se plantaban en cuartos habiendo perdido sólo dos partidos (ante el PSG ambos). Nada más lejos de lo que se ha vivido hoy en el Georgios Karaiskakis. Desde el principio los locales salieron a por el partido con una presión muy arriba y claro dominio de pelota. El dominio se extendió a todo el partido que se lo acabaron llevando los de Míchel por 2-0, dejando la eliminatoria encarrilada aunque no sentenciada.

Nada más comenzar el partido se vio de manera clara las consignas que se habían dado en el vestuario griego: presión arriba y no dejar recibir a los delanteros del Manchester. De esta manera llegó la primera ocasión clara para los locales: Hernan Pérez roba a Smalling en campo propio y la cede para que el Chori Domínguez (que se acabará convirtiendo en el hombre del partido) acabe en el área rival tras una gran galopada. Vidic, tirándose al suelo, interceptó el tiro que seguro hubiese supuesto el 1-0. El dominio local continuó durante toda la primera parte, que vería recompensado su trabajo en el minuto 37. Maniatis la pega desde fuera del área y el Chori Domínguez la desvía de rumbo con el tacón haciendo inútil la estirada de De Gea (que se tiraba en la dirección del tiro inicial).

El Chori celebra el primer gol del partido junto a Olaitan y Salino

La segunda parte continuó con la misma tónica: dominio griego aunque con pocas ocasiones claras de gol. En esta ocasión, el gol no se haría tanto de rogar y llegaría una vez transcurridos 19 minutos de segunda mitad. Cuando digo gol, me refiero al auténtico golazo que se sacó de la manga Joel Campbell. El costarricense, cedido por el Arsenal, le tira un magnífico caño a Carrick y la pone con una rosca perfecta al palo derecho de De Gea, que a pesar de la estirada no llega a blocar el lanzamiento perfecto. El marcador ya no se movería en todo el partido, aunque cada equipo disfrutaría de una ocasión clara de gol. En el minuto 66, Olaitan, por parte de los locales, se revolvía dentro del área y sacaba un fuerte disparo a la escuadra izquierda que salía desviado por poco. En el minuto 81 la tendría el United por medio de Van Persie, que recibía un centro de Smalling y, tras recortar en el área, le pega alto al balón.

Más que justo el resultado que se vio hoy en Grecia, tras un partido perfecto de los de Míchel. Corrieron, presionaron, la movieron bien y pusieron las ganas necesarias para ganar. El Manchester, continúa su mal momento en esta temporada. Algún milagro tiene que pasar en Old Traffor para que veamos al United en cuartos y en Champions el año que viene. Los red devils deberían centrarse en planificar la próxima temporada para que no se repita la imágen dada por el club este año.

La cara de Rooney refleja la desesperación que vivió el United hoy en Grecia

En cuanto a los nuestros, tuvimos una importante presencia hoy en el campo griego (fundamentalmente en el equipo local). Por parte del Olympiacos vimos a Roberto, que se mostró seguro en el poco trabajo que le llegó a puerta; Marcano, que formó un bloque perfecto con Manolas en el centro de la zaga para hacer inútiles los ataques visitantes; y Fuster que entró sustituyendo en el minuto 66 a Campbell y fue el refresco perfecto para mantener la intensidad en los últimos minutos. Todos ellos dirigidos por Míchel, que le comió la tostada a Moyes y que va camino de realizar una temporada histórica para el conjunto heleno. Por parte de los visitantes, el portero David De Gea pudo hacer muy poco en los dos goles y además tuvo muy poco trabajo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario